El potro de herrar de Castro de Cepeda
El potro de herrar de Castro de Cepeda se construyó en 1959, seguramente en una hacendera, y se hizo como …
En el entorno de Astorga abundan los pueblos sin encanto. Son pueblos que han ido cambiando al ritmo que marcaba la precaria economía de sus habitantes, pueblos en los que la arquitectura tradicional era sinónimo de pobreza y se ocultaba tan pronto como era posible, pero siempre con remiendos. Todavía se puede encontrar en ellos algún rincón que nos transporta a otro tiempo, pero está escondido entre chalets con piscina climatizada construidos poco antes de que la peseta diera paso al euro, en plena orgía de dinero negro y ladrillo. Los pueblos sin encanto están llenos de cicatrices, recuerdan a veces a los restos de un naufragio. Pueblos sin encanto, pero vivos, al menos por ahora.
El potro de herrar de Castro de Cepeda se construyó en 1959, seguramente en una hacendera, y se hizo como …