Santa Colomba de la Vega es uno de esos pueblos que podría figurar en cualquier guía de viajes, y es que su iglesia nunca ha recibido la atención que merece. Estamos ante un edificio de apariencia modesta, con una sola nave rematada con una capilla mayor de planta cuadrada en un extremo y una torre-campanario en el opuesto. Más allá de su portada románica no hay nada en sus muros que llame la atención, salvo alguna cicatriz del paso del tiempo remendada con ladrillo caravista. Esta descripción podría ser la de una iglesia cualquiera de algún pueblo leonés que ha sobrevivido con mejor o peor fortuna a los avatares de la historia. Pero estamos hablando de la iglesia parroquial de Santa Colomba de la Vega, y su interior esconde un firmamento de madera policromada que le valió la declaración de Monumento Histórico Artístico en 1943.
El Museo del los Caminos de Astorga, situado en el Palacio de Gaudí, alberga una pila procedente de la iglesia de Santa Colomba de la Vega. Se trata de una pieza de granito en la que se observan varias cruces de Malta. Antonio Viñayo apuntaba que la nave de la actual iglesia pudo ser una sala o refectorio de un convento, ya desaparecido, fundado por la Orden de Malta.
Artesonado mudéjar de Santa Colomba de la Vega
El artesonado mudéjar de Santa Colomba de la Vega es uno de los mayores tesoros artísticos de la provincia de León. Sobre su origen tenemos más dudas que certezas, aunque el escudo del canónigo Juan González de Zamora, integrado en la cubierta de la nave, ha llevado a los expertos a fecharlo a finales del siglo XV. En la galería de fotos pueden apreciarse algunos de los elementos más singulares de las dos armaduras de madera (una en la nave y otra en la capilla mayor), aunque lo cierto es que ninguna fotografía les hace justicia.





El arte mudéjar es el resultado de la influencia musulmana en el arte de los reinos cristianos entre los siglos XII y XVI. Se caracteriza por el uso de materiales modestos, como la madera, y elementos ornamentales y decorativos geométricos. Las cubiertas de madera son una de las expresiones del arte mudéjar más sorprendentes. La carpintería de armar se dedicaba al diseño, creación y montaje de estas estructuras. Los carpinteros creaban los artesonados gracias a su experiencia trabajando la madera y a sus conocimientos de geometría.
El artesonado de la nave de Santa Colomba de la Vega es una obra particularmente compleja y laboriosa. Frente a los habituales tres paños la estructura se desarrolla aquí en cinco paños longitudinales, lo que le da una sensación de volumen incomparable. La cubierta está formada por ruedas de lazo de 9 y 12 puntas minuciosamente dispuestas para adaptarse a la geometría e inclinación de los paños y al conjunto de la estructura. El artista ajustó el trazado de lacería para dar continuidad al diseño, una aportación de incalculable valor artístico. Esta bóveda celeste con más de cien estrellas es un alarde geométrico y matemático, construido con madera policromada y unos simples cartabones.
La capilla mayor cuenta con su propia armadura de madera, en este caso de forma octogonal y con ruedas de lazo de 10 puntas. Lamentablemente se desconoce la autoría, aunque no cabe duda de que estamos ante la obra de un taller de carpintería excepcional. Ambas cubiertas sorprenden por el notable grado de conservación de la policromía, lo que nos permite apreciarlas en un estado muy similar al que tuvieron en su origen.
Existen varios estudios sobre la composición del artesonado de Santa Colomba de la Vega. Son particularmente interesantes los del Doctor en Historia del Arte Joaquín García Nistal («La carpintería de lo blanco en la iglesia de Santa Colomba de la Vega»; descargar en PDF) y el Doctor Arquitecto Miguel Fernández Cabo («Armaduras de cubierta en la Región Leonesa»; descargar en PDF).
Cómo llegar a Santa Colomba de la Vega
Santa Colomba de la Vega está a sólo 22 kilómetros de Astorga, muy cerca de La Bañeza. Para llegar hay que tomar la N-VI hasta San Mamés de la Vega; el desvío hacia Santa Colomba está a la altura del puente sobre el río Duerna.
La iglesia es uno de los monumentos que pueden visitarse cada verano, normalmente entre mediados de junio y mediados de septiembre; es una oportunidad única para conocer uno de los mejores artesonados mudéjares de España. El resto del año sólo permanece abierta durante los actos de culto.