Ayuntamiento de Astorga

El Ayuntamiento de Astorga y su bellísima fachada barroca del siglo XVII es la imagen más característica de la Plaza Mayor de Astorga. Proyectado por Manuel de la Lastra, las obras concluyeron en 1675. En el siglo XVIII se añadió la espadaña con el fin de albergar el reloj de autómatas en el que dos maragatos (Juan Zancuda y Colasa) anuncian cada hora con el correspondiente número de golpes en la campana central.

Plaza Mayor y Ayuntamiento de Astorga
Plaza Mayor y Ayuntamiento de Astorga (Imagen: Asturic Spleen)

Ayuntamiento de Astorga

El diseño del Ayuntamiento de Astorga es obra de Manuel de la Lastra, que optó por una configuración herreriana similar a la de la fachada de la Catedral. Construido en el siglo XVII, en pleno barroco, se trata del edificio de arquitectura civil más notable de Astorga. La espadaña central se añadiría en el siglo XVIII para dar cabida en la fachada al reloj de autómatas en el que la pareja de maragatos da las horas. En el siglo XIX se acometió una importante reforma; en 1895 se concluyó el salón de sesiones, que sigue cumpliendo su función hoy en día. La última remodelación tuvo lugar en 1995, modernizando las instalaciones sin alterar los elementos más característicos del edificio, su fachada y el salón de sesiones.

Plaza Mayor de Astorga

La Plaza Mayor de Astorga, de planta cuadrangular y con soportales en tres de sus laterales, está situada sobre parte del foro romano de Asturica Augusta. En la actualidad está cerrada al tráfico, lo que la convierte en lugar de paseo y reunión para astorganos y visitantes. Los martes por la mañana acoge un tradicional mercado con puestos de venta no permanentes. Durante los meses de buen tiempo la Plaza Mayor se llena de terrazas en las que disfrutar de las tradicionales tapas y de otras delicias locales.

El reloj de los maragatos

El reloj de los maragatos que puede verse en la espadaña del Ayuntamiento de Astorga es un reloj de autómatas. El primer reloj de autómatas fue obra de Bernardo Francos a mediados del siglo XVIII. Se trataba de un reloj muy complejo para la época en el que dos maragatos, ambos hombres, daban las horas; el reloj sufrió distintas averías, la última de ellas irreparable. Se convirtió en toda una atracción en una época en la que los relojes de autómatas eran una rareza.

En 1804 se encarga la construcción de un nuevo reloj al astorgano Bartolomé Fernández, autor también del reloj de la Catedral de Astorga. Este segundo reloj de autómatas, mecánico, introduce una novedad en las figuras, que pasan a ser un hombre y una mujer, ambos ataviados con el traje maragato tradicional. Los famosos maragatos del reloj del Ayuntamiento de Astorga se llaman Juan Zancuda y Colasa; hay quien se refiere a ellos, erróneamente, como Colás y Colasa. Este reloj funcionó durante casi dos siglos; en la actualidad puede verse en el Museo del Tiempo de Astorga, restaurado, junto a una colección de 200 relojes de pared atesorados por un relojero local, José Ramos.

El tercero de los relojes de autómatas mantiene el funcionamiento de los anteriores, aunque con importantes mejoras tecnológicas; se trata de un reloj automático al que no es necesario dar cuerda a diario. También se retiraron las figuras de madera de Juan Zancuda y Colasa, que se encontraban muy deterioradas, sustituyéndolas por unas de aluminio. Instalado en 1974, sigue siendo una de las atracciones favoritas de los más pequeños y de cuantos visitan Astorga.

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